Cifosis

Cuando miramos la columna de costado (perfil) identificaremos dos curvas normales. Una superior llamada cifosis torácica y otra inferior conocida como lordosis lumbar. La cifosis torácica consiste en una “suave redondez” que mide entre 20° a 45°, cuando supera estos 45° hablamos de hipercifosis, motivo frecuente de consulta en nuestros consultorios.

Clasificación

Cifosis del desarrollo: dentro de este grupo se encuentra la cifosis postural que es aquella que no presenta alteraciones vertebrales, es flexible y se corrige al pedirle al paciente que se pare derecho complementando con ejercicios de fortalecimiento de columna. Por otro lado, la Enfermedad de Scheuermann es la causa más común de hipercifosis estructural (rígida) que se desarrolla en la adolescencia, presentando un acuñamiento de los cuerpos vertebrales. Su causa es desconocida siendo más frecuente en varones.

Cifosis / Escoliosis Congénita: es la desviación de la columna que se genera como consecuencia de vértebras congénitamente malformadas. Estos defectos pueden ser de formación y/o segmentación, provocando un crecimiento asimétrico de la columna. Si la desviación es hacia adelante generará una escoliosis, si es hacia el costado entonces desarrollará una escoliosis. En ocasiones se combinan estas deformidades. Su causa es incierta.

Cifosis postraumática: mayormente se ubican en la unión de la columna torácica con la lumbar. Son consecuencia de un traumatismo, por ejemplo, producto de la flexión hacia delante de la columna que se produce en los accidentes automovilísticos. Dentro de este grupo incluiremos también a aquellas cifosis asociadas a una resección tumoral.

Síntomas

 

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico se realiza a través de un exámen físico completo junto con estudios complementarios como radiografía, espinograma, tomografía y resonancia. Estos estudios se adecuarán a cada paciente, al tipo de deformidad, edad de aparición y su progresión.

 

Es muy importante sobretodo en aquellas cifosis / escoliosis de causa congénita la evaluación con otros profesionales para descartar enfermedades o defectos asociados en otros órganos (corazón, aparato digestivo, extremidades, riñón).

 

Cada paciente es diferente y tendrá su indicación dependiendo de su edad (crecimiento remanente), tipo y ubicación de la cifosis, sus grados y su progresión (empeoramiento con el tiempo). Podemos dividirlo en tratamiento no quirúrgico y quirúrgico.

Tratamiento

El tratamiento no quirúrgico consiste primero en observación y seguimiento, fundamentales para evaluar al paciente y sus radiografías para constatar si la curva se mantiene o empeora con el tiempo, considerando de ser necesario un tratamiento quirúrgico. En grados leves indicamos ejercicios de fortalecimiento muscular y posturales. En algunos casos selectos la indicación de Corsé puede tener su lugar.

El tratamiento quirúrgico y su indicación varía de acuerdo a cada paciente y al tipo de cifosis. En el caso de la cifosis de Scheuermann la cirugía se suele indicar en deformidades graves a partir de los 75-80°.  En cambio en las cifosis congénitas la edad de indicación quirúrgica suele ser más temprana en pacientes pequeños para evitar mayores deformidades con el crecimiento remanente. En resumen existen diferentes opciones de tratamiento quirúrgico que dependerán de la naturaleza de cada deformidad.